"Luego de un día de caza no hay nada mejor que tomarse una cerveza bien fría". Así pensó Terrie Berenden, dueño de una tienda para mascotas en la ciudad de Zelhem, al sur de Holanda y se preguntó: ¿por qué no crear una bebida que deleite el paladar canino?
El ciudadano holandés va una vez al año a Austria para despuntar el vicio por la caza y al final del día decide tomarse una cerveza. Pero ahora su mascota también tendrá un reconocimiento especial: "Una vez al año vamos a Austria a cazar con nuestros perros, y al final del día nos sentamos a descansar y bebemos una cerveza. Entonces pensé, mi perro también se lo ha ganado", cuenta Terrie.
El dueño de la tienda encargó a una cervecería local la producción y el embotellamiento de la cerveza sin alcohol, llamada Kwispelbier. Fue presentada en el mercado hace apenas dos semanas y anunciada como "una cerveza para tu mejor amigo". Kwispel es la palabra holandesa que significa "mover la cola". Su precio es de 2,14 dólares por unidad y aunque todas estas cervezas son sin alcohol, cuestan más cara que tomarse una Heineken en pleno Amsterdam.
Según Berenden la bebida es deliciosa gracias al sabor a carne y tiene pensado, luego de su éxito, llevar el producto a Belgica, Francia y Alemania en los próximos meses. También reconoce: "tuve pedidos de Japón vía una pagina de Internet". Actualmente está produciendo 20 mil botellas por semana para paliar la demanda de su país.
Un ejemplo casero de un perro "bebedor"