Tuvo un mediático comienzo en los medios en Combate, donde protagonizó una acérrima rivalidad con Mica Viciconte, pero Flor Vigna (24) siempre tuvo en claro que su sueño era ser actriz. Más precisamente, actriz de comedia.
El tiempo pasó, su nombre empezó a sonar cada vez más fuerte y tras un victorioso paso por Bailando, donde se coronó bicampeona, incursionó en exitosas ficciones como Quiero vivir a tu lado y Simona. Ahora llegó su primer protagónico en televisión con Mi hermano es un clon, la nueva tira que encabeza Nicolás Cabré con producción de Pol-Ka. Junto a ella comparte estelaridad Gimena Accardi y un gran elenco que promete hacer de las suyas:
-¿Cómo te preparaste para este nuevo proyecto y cómo ves tu evolución como actriz?
-Evolución es una linda palabra porque hace muchos años, a principios del 2000, yo me había anotado en SUTEP (Sindicato Único de Trabajadores de Espectáculo Público) para hacer trabajos como extra, después de insistirle muchísimo a mi mamá. El tema es que hay veces que ni siquiera salís en el plano cuando sos extra; después, hice mis primeros "bolitos", logré hacer personajes secundarios y sí, ahora ahora estoy viviendo esto que es hermoso.
-Era lo que vos querías desde un principio...
-Sí. Siempre me gustó actuar, desde los 11 años que estudié, hice mucho teatro under y al principio me daba miedo la tele y más que nada los realities, pero bueno... Después la vida me llevó por ese lado y aprendí un montón. Por suerte se dio por donde yo quería, que es por el lado de la actuación.
-¿Cómo fue la decisión de cambiarte el look para este personaje?
-Lo cambié pero... ¡me quiero matar! Porque después de tantos lavados se me re fue el color. Estaba morocha y ya estoy rubia de nuevo. Juro que no fue a propósito. Ahora por la continuidad del personaje lo tengo que mantener así. Buscamos un pelo más largo, un tono distinto. Yo venía de Trini, en Simona, y como las novelas son muy pegadas, buscamos un cambio grande.
-También vas a estar en el Bailando, ¿cómo vienen los ensayos?
-¡Elongando mucho! Lo necesitamos porque le estamos dando fuerte. Tenemos la bendición que el Aquadance sea el segundo ritmo. Y lo digo porque nos da más tiempo para ensayarlo, porque es un ritmo hermoso pero que hay que respetar muchísimo. El primer año me hice la loca y me golpeé mucho, casi al punto de quedarme sin dientes por resbalarme y hoy lo hago con mucho respeto para tratar de manejar la energía y no poner de más porque ese es el momento en el que te podés resbalar y dártela fuerte.
-¿Cómo manejás tantas actividades?
-Mis días siempre fueron muy largos. Por ejemplo, yo iba al colegio público a jornada completa, de ahí me iba al club, de ahí a clases de teatro. En quinto año, a la par hacía el primer año en la escuela de Julio Bocca, entonces siempre fueron días larguísimos. Con la diferencia de que ahora la materia de teatro es un trabajo, la de baile, otro, y así. Cuando hacés lo que te gusta y lo que tanto esperaste, tenés energía.
-Cambiando de tema, cuando viviste tu corta separación de Nico Occhiato (24, este año volvieron tras un breve impasse en su relación de cuatro años), dijiste: "A veces parecíamos ser amigos y hasta hermanos, más que novios". ¿Cómo hicieron para revertir esa situación?
-Está muy bien él, le está poniendo toda la onda. Por ejemplo, se compró una pizarra y me deja mensajitos re lindos o me agradece por cosas pequeñas como hacer la cama ¡y encima la hago re mal! Si ustedes vieran... Ni siquiera meto la sábana abajo del colchón, la estiro y me dijo "gracias por hacer la cama". Cuando se metió me debe haber puteado, ja, ja. Buscamos no vernos tanto, estábamos al borde de irnos a convivir y preferimos esperar para dar ese paso. A mí me pasa que siempre busco sus palabras, su consejo y siempre me parece más valioso que el que dan otros; es re loco tener una persona con la que no tenés vergüenza de nada. Yo sigo viviendo con mi madre y, aunque me gustaría irme a vivir sola, con los días tan largos que tengo, siento que no llegaría a hacer los trámites que requiere el mantenimiento de una casa: pagar el alquiler, las cuentas. Creo que tendría 28 mil deudas por todos lados.
-¿Qué sentiste cuando te contaron que ibas a protagonizar con Nico Cabré, a quien por tu corta edad calculo que veías de chica en Son amores, Sin código y tantas otras?
-No era de ver las novelas enteras pero sí por partes y me moría de risa cuando por ejemplo hacía de Pablo Marquesi (Son amores) y le cortaban el teléfono, cosas así. O cuando Axel (en Sin código) se tiraba de los balcones. Todos nos hemos reído mucho con él. Trabajar ahora con Nico por una parte es re loco pero por otra él no te hace sentir ese peso, porque es tan dado y tan humano que es un compañero más. Pero sí debo reconocer que cuando me hicieron la propuesta y me dijeron que iba a trabajr con Nico, con Gimena Accardi y todo este elencazo, dije "¡Guau!". Cuando me decías esto de que yo lo miraba de chiquita.... Y me pasa que él todo el tiempo te dice que tiene 38 y bueno, al ser padre y eso, ya dice que está más viejo. Igual, más allá del chiste, se nota que es un actor súper experimentado.
-Para ponerle un poco de picante al final de la nota, ¿cómo reaccionarías si empiezan a aparecer rumores de romance con él?
-Ya sé que eso puede suceder y ya lo hablamos con Gime (Accardi). Encima todos se llaman Nico: Cabré, su novio (Vázquez) y el mío también. Sabemos que siempre se hablan cosas, ya me ha pasado en otras ocasiones y por suerte siempre han salido a desmentirlo y eso está buenísimo: no tener que ser yo solita diciendo "no es verdad" sino que te respalden. Sé que es parte de nuestro hermoso medio.
-¿Occhiato te hizo algún comentario al saber que vas a ser de novia de un súper galán?
-Ja, ja, ja. No dijo nada, pero se está poniendo más las pilas, está en su mejor versión.