Con un look cómodo y relajado, Eugenia Tobal (39) arribó al Teatro Metropolitan Citi para ponerse al frente del ensayo de Gaturro, el musical, proyecto infantil en el que debutó como directora junto a su socia, Loli Miraglia, y el 31 de octubre se despide -luego de una exitosa gira por el país- en calle Corrientes.
Ciudad.com ingresó al ensayo y habló con la actriz en un entretenido Periscope en el que se plasmó el trabajo de Tobal arriba y abajo del escenario. Sin embargo, en los minutos previos a que comience la rueda de prensa, la actriz le aclaró a los periodistas que no quería dar detalles de su encuentro con el papa Francisco, en Roma: "No quiero banalizar ninguna situación, estamos acá por Gaturro y no quiero ahondar en nada".
"Tuve un momento de tristeza cuando pusieron los subtítulos de las cosas que estábamos -o no- diciendo. Ese fue un momento triste para mí, yo estaba en un lugar público, pero era una confesión privada... Me dolió un poco porque más allá de que yo no tengo ningún problema para ser mamá, es un deseo que todas las mujeres tenemos, y las mujeres que tenemos 40 y no han sido mamá, seguro me entienden", dijo Tobal.
Pero las preguntas sobre el tema fueron inevitables, y ella optó por responder con amabilidad: "El encuentro con el Papa fue muy lindo. Me incomoda hablar del tema porque fue algo realmente inesperado. El viaje empezó por otra cosa, fue un regalo que de mi mamá y mi papá para disfrutar de la hermandad (viajó con sus dos hermanos). Ése era el motivo del viaje. El plus sorpresa fue que mi mamá pidió la audiencia con el Papa, y fuimos. Llegamos el miércoles y estuvimos como todos los argentinos que tuvieron la posibilidad de entrar".
En el encuentro con el Papa, Tobal abrió su corazón e hizo una conmovedora confesión que rápidamente se replicó en los medios: "Quiero decirle algo. Sólo me falta una cosa para ser feliz: quiero ser mamá", dijo sin contener la emoción ni las lágrimas. Pero el hecho que se mediatice su mensaje íntimo le dolió, y lo hizo saber.
"Tuve un momento de tristeza cuando pusieron los subtítulos de las cosas que estábamos -o no- diciendo. Ése fue un momento triste para mí. Yo estaba en un lugar público, pero era una confesión privada, donde se puntualizó en una cosa que no fue tan así tampoco, porque veníamos hablando de otras cosas con mis hermanos... Tuve la suerte de que el Papa apoyó su frente sobre mí y pasaron cosas que estuvieron buenísimas, pero se hizo esa invasión a la privacidad que me dolió un poco, porque más allá de que no tengo ningún problema para ser mamá, es un deseo que todas las mujeres tenemos, y las mujeres que tenemos 40 y no han sido mamá, seguro me entienden. Y se hizo una bola que la verdad no estuvo buena, pero eso no opacó ese momento tan glorioso que vivimos los tres", relató Eugenia, sin intención de ampliar en el tema.
¡Reviví el Periscope con Eugenia Tobal!
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