Era difícil imaginar a Matías Alé pasando por el Registro Civil, pero sucedió. Con seis meses de relación, el 1 de octubre el actor y María del Mar Cuello Molar firmaron la libreta y legalizaron su amor.
De esta forma, Alé dejó en el pasado anteriores y fallidas propuestas matrimoniales, como la que le había hecho a su última novia, Sabrina Ravelli, en 2014.
Con los hechos suscitados, la bella morocha fue a Intrusos y describió sus sentimientos al ver a su ex casándose con otra persona: "A veces me cuesta ser sincera conmigo misma porque trato de mostrarme fuerte, pero sí me pegó verlo casándose con otra. Era yo la que iba a estar supuestamente en ese lugar: él me iba a estar esperando en la iglesia... Y cuando él dijo que iba a ser papá, también me pegó fuerte, porque eso también lo habíamos planeado juntos. Yo todavía estaba atravesando un duelo, por eso son cosas que me pegan y te descolocan, pero no lloré".
"A veces me cuesta ser sincera conmigo misma porque trato de mostrarme fuerte, pero sí me pegó verlo casándose con otra. Era yo la que iba a estar supuestamente en ese lugar: él me iba a estar esperando en la iglesia...", dijo Sabrina.
Negando despecho y asumiendo un genuino dolor, Sabrina agregó con ironía: "Matías también iba a usar conmigo un traje azul. Todo es figurita repetida. Si pusieran un compilado de archivos, verían que él repite gestos, palabras, todo. Veo que todo lo que está pasando ahí y era lo mismo que iba a pasar conmigo, nada más que me sacaron a mí y la pusieron a ella".
Por último, Ravelli asumió que Alé no era el hombre que necesitaba para su vida: "Hoy agradezco no haberme casado ni haber formado una familia con él. Y no hablo desde el despecho, habló desde el dolor, porque me crearon una ilusión y una historia que nunca existió… Siento dolor porque la que iba a estar casándose iba a ser yo".