Buenos Aires está llena de monumentos de hombres y mujeres que lucharon por sus ideales. Pero para que pudieran cumplirlos necesitaron de alguien muy importante: sus mamás.
Por eso es que Fuyí decidió homenajear de una manera muy especial a todas las mujeres que con su esfuerzo y sacrificio protegen los sueños de sus hijos.
La escultura estuvo a cargo del artista Javier Bernasconi, quien eligió el hierro "porque representa la pureza, la rigidez, la nobleza, que sólo una madre transmite en cada cosa que hace".
La pose está inspirada en el gesto maternal de los brazos abiertos, como cuando de chiquitos nos llamaban para que fuéramos a comer, y nos recibían con un abrazo.
Y vos, ¿a quién le dedicarías un monumento así?