No existe golpe más duro que la muerte de un hijo. En septiembre de 2012, Blanca falleció en la clínica Las Condes, de Santiago de Chile, debido a una neumonía y sus papás, Benjamín Vicuña y Carolina “Pampita” Ardohain debieron atravesar el más intenso e imborrable de los dolores. A tres años de aquel fatídico momento, el actor chileno estrena el filme La memoria del agua, en el que tuvo que interpretar a un hombre que pierde un hijo.
“Es la película más intensa y bella que pude hacer. Fue un proceso de mucho aprendizaje, de contención, de meterme en aguas profundas y temerarias. Quise hacer este papel porque mis películas hablan por mí. Y creo que esta película es mi arte para honrar a mi hija”, aseguró Benjamín, en una entrevista para la revista Viva.
"Es la película más intensa y bella que pude hacer. La vi como cinco veces y lloré siempre. Pero es lo que yo puedo hacer desde mi trinchera para honrar la memoria de mi hija".
Envuelto en una escandalosa separación de Pampita con presuntas infidelidades de por medio, el galán chileno solicitó expresamente no hablar de la modelo. “SÍ, ella vio la película, pero dejémoslo ahí”, se limitó a contestar antes de profundizar sobre cuánto lo movilizó el filme.
"Desde mi lugar, me tocó vivirlo rodeado de amor, que es fundamental, de solidaridad, de mi familia, de Carolina y su fortaleza, y también de la ficción, que es un respiro. Creo que hay vida después de la muerte".
“Creo que esta película la voy a terminar de entender en un par de años más. La vi como cinco veces y lloré siempre. Pero es lo que yo puedo hacer desde mi trinchera para honrar la memoria de mi hija. Y lo hago con algo bello, con algo que habla sobre la luz, sobre la vida, sobre l esperanza. Y es un regalo de mí para ella y de ella para mí. Y esa complicidad es algo absolutamente íntima”, declaró.
“Creo que los duelos son personales, no grupales, y por lo mismo cuesta tanto coincidir en los tiempos y en las formas. Desde mi lugar, me tocó vivirlo rodeado de amor, que es fundamental, de solidaridad, de mi familia, de Carolina y su fortaleza, y también de la ficción, que es un respiro. Creo que hay vida después de la muerte. Creo en un Dios grande y generoso, que siempre te acompaña”, agregó.
Sobre el final, Benjamín habló de su rol de padre con sus hijos Bautista (7), Beltrán (3) y Benicio (1). “Trato de ser un papá libre, no culposo y cariñoso. Trato de ser lo mejor que puedo dentro de mis limitaciones, mis traumas y mis miedos. Soy muy temeroso, imaginate, después de lo que nos pasó…”, concluyó el actor.