otra vez en el centro de la tormenta. El viernes, la actriz tuvo que ser atendida por paramédicos en un hotel de Los Ángeles luego de haberse desmayado por deshidratación y cansancio.
Mediante un comunicado, su manager, Steve Honig, aseguró que la artista se encuentra "bien" y explicó que la actriz había estado trabajando toda la noche del jueves en un show televisivo y se fue a descansar, pero como al día siguiente no salía de la habitación, los productores se preocuparon y llamaron a los paramédicos.
"Lindsay fue examinada y está bien. Pero ha sufrido agotamiento y deshidratación. Nunca fue trasladada a un hospital. Cualquier informe que diga lo contrario es falso. Ahora está descansando y espera estar de vuelta en el set de filmación lo más pronto posible", concluyó su maganer.
¡Qué susto!