Tiene una de las imágenes más positivas en la televisión y es el emblema del entretenimiento familiar. Sin embargo, cuando quiere, Julián Weich es un "malito".
Las madres lo quieren, los padres lo miran con simpatía, pero cuando se lo propone, Julián Weich puede ser malo, bien malo. Por supuesto, el conductor de "Justo a tiempo" sigue acorde a su imagen de buen muchacho y las maldades que hace son prácticamente inofensivas.
Las víctimas usuales de sus manejos malditos son "Los adivinadores" (Zaira Nara, Tucky y Fierita) y el pobre "afortunado" que apoyó la cola en la silla en el momento indicado y juega al juego de "La Visita". Cuando los cuatro están a ciega, comienza la maldad.
Anteriormente, para romper con la monotonía del juego, se utilizó una figura de cartón natural de Julián Weich, una de Fierita (donde contestó su mujer) y hasta el muñecote de Homero Simpson fue parte de "La Visita" para desorientar a los participantes. Pero anoche, la trampa fue el "Chaqueño" Palavecino.
Pero ¿Qué tiene que ver el folklorista con los dolores de cabeza de "los adivinadores"? Resulta que "El Chaqueño" había estado más temprano, en "Justo a tiempo" cantando para todo el público. El pensamiento de los que estaban ciegos fue, lógicamente, que era imposible que la producción repita al invitado musical en "La Visita"
Aunque las pistas apuntaban al "Chaqueño", Julián dejó listo una maldad más para desorientar: el imitador que le pone una cuota de humor al segmento ingresó imitando al... ¡"Chaqueño" Palavecino! Ahí todos pensaron "listo, imposible que repitan al invitado musical y que para colmo el imitador lo imite"
Sin embargo, las pistas seguían apuntando al músico, pero como todos imaginaron desde sus casas, el participante del público no lo adivinó ni por casualidad. Inclusive el "Chaqueño" se compadeció y le propuso a Julián darle mitad del premio de $ 1000. Un poco de maldad sin daño en el prime Telefe a cargo de Julián Weich.