La naturaleza no para de sorprendernos. En un acuario de Nueva Zelanda, un tiburón le practicó una cesárea a su pareja, y gracias a ella, las crías pudieron salvarse.
La "operación" en cuestión sucedió cuando el tiburón le mordió el vientre a una hembra de su especie para que las crías pudieran salir del interior.
Los empleados del lugar, que no sabían que la hembra estaba preñada, pusieron a los recién nacidos en un acuario separado, antes de que pudieran ser atacados por otros tiburones.
Al principio, los trabajadores del acuario Kelly Tarlton en Auckland reaccionaron con escepticismo cuando el martes varios visitantes les contaron que un tiburón había mordido a otro y que de la herida habían salido varias crías.
Es común que los tiburones se muerdan mutuamente, aseguró la experta Fiona Davies al diario New Zealand Herald pero, sin embargo, agregó no haber escuchado nunca antes de una "cesárea" semejante.
Los veterinarios cosieron la herida de la hembra y dentro de un tiempo, las crías serán puestas en libertad.