Pobres de todos los que creían que con la muerte de Michael Jackson se terminaba el bombardeo de noticias, chimentos y rumores que el cantante generaba en vida. Muy por el contrario, señoras y señores: esto recién empieza. Y la mano viene surtida: hay una danza macabra de niños y testamentos, autopsias falsas y verdaderas, enfermeras y niñeras.
De la maraña de informaciones que circularon ayer, una sola está confirmada: la Corte Superior de Los Angeles le concedió a Katherine Jackson, la madre de Michael, la custodia temporal de los tres hijos que dejó el Rey del Pop. Es decir que la señora de 79 años tendrá la guarda provisoria de sus tres nietos, Michael Joseph Jackson Jr. -conocido como Prince Michael I-, de 12 años; Paris Michael Katherine Jackson, de 11; y Prince Michael II, de 7. Los dos primeros serían hijos del creador de Thriller con la enfermera Debbie Rowe. El tercero fue concebido en un vientre alquilado de madre desconocida.
El próximo lunes habrá una audiencia para tratar la demanda de custodia definitiva presentada por la abuela de los chicos. En la petición de Katherine Jackson se explica que los niños "no tienen relación con su madre biológica", que con su abuela tienen "una larga y afianzada relación", y que "se encuentran cómodos" bajo su cuidado. ¿Qué dice, a todo esto, la madre biológica? Supuestamente declaró a un diario inglés que, en realidad, Michael no era el padre de los chicos (ver Su ex dice que...). Y su abogada emitió un comunicado en el que decía: "La señora Rowe quisiera que la familia de Michael y, particularmente los niños, estén libres de tanta especulación dañina y sensacionalista y puedan decirle adiós en paz a su ser querido".
Hay otra batalla legal que se avecina: la herencia. Según el sitio de chimentos TMZ -uno de los primeros en informar sobre su muerte, el jueves pasado-, el abogado de Michael, John Branca, posee el testamento del cantante. Aparentemente los padres no conocían la existencia de ese documento, algo que se deduce por la presentación que hicieron en la Justicia para que se corrobore el patrimonio de su hijo.
Otra cuestión pendiente es el funeral, pero todavía no hay noticias de dónde, cuándo ni cómo será. Entretanto, el diario sensacionalista británico The Sun publicó escabrosos detalles de la primera autopsia: el músico sólo pesaba 51 kilos, tenía pastillas parcialmente disueltas en el estómago y presentaba varias costillas rotas. Pero ese informe sería falso, según TMZ. Este sitio, además, confirma las versiones de que la muerte de Jackson, que tenía 50 años, se debió a una sobredosis de drogas, entre las que estaría el Demerol, un narcótico analgésico al que Michael se refiere en el tema Morphine (Morfina), del disco Blood on the Dance Floor (Sangre en la pista de baile).
Como si todo esto fuera poco, apareció una tal Grace Rwaramba, ex niñera de los hijos del Rey del Pop. Ella le dijo al diario británico The Sunday Times que ella misma lo ayudaba a tomar cócteles de barbitúricos que contenían hasta ocho drogas diferentes, entre ellas tres contra el dolor. Y que Jackson estaba bajo influencia de la secta Nación del Islam y ni sabía lo que hacía. Por ejemplo, los 50 conciertos programados en Londres: "Me dijo que sólo había firmado por diez, nunca supo lo que firmaba".
En fin: Jackson está lejos, muy lejos, de descansar en paz.
