"Ya no me gusta", "Me quiero hacer otro", "Me arrepentí" pueden ser algunas de las respuestas de aquellos que ya recurrieron a una sesión de láser de onda corta, que parece ser la solución definitiva para eliminar definitivamente aquello que alguna vez creyeron que querían para siempre, el tatuaje.
Durante el último año creció un 30 por ciento la demanda de personas que se acercan a los especialistas en remoción de tatuajes y acceden a pagar no menos de 200 pesos la sesión para deshacerse definitivamente de la marca que tienen en el cuerpo, informó el diario Perfil.
Según el tamaño y la característica del tatuaje se podrá quitar con láser o habrá que recurrir a una cirugía, aunque si el dibujo es muy grande, como el que se hizo Marcelo Tinelli en su brazo, sería casi imposible borrarlo.
El Láser Nodinium Yagde pulso corto es un láser de última generación que se creó exclusivamente para la remoción de tatuajes. Este año llegó al país esta tecnología y ya hay varios que planean utilizarla, sabiendo que es capaz de sacar una gran cantidad de pigmentos sin dañar la piel y que no deja marcas ni cicatrices.