"Basta de kitsch: ¡yo quiero ser más snob! Quiero ser veronésico, tantaniano...¿por qué no hacemos un clásico de Chéjov?", dice Emiliano Figueredo sacado, en medio de Dame Morbo, que va los viernes y sábados en el Teatro Belisario (Corrientes 1624). ¡Pobre Emiliano! No sabe ni lo que pide ni con quién se metió: tendrá que hacerse cargo del director con el que trabaja o morir en el intento... Porque formar parte del elenco de José María Muscari implica, a veces más y a veces menos, adaptarse a una estética que nada tiene que ver con el teatro de Chéjov. Y no porque Muscari escape al realismo, ese que el autor ruso defendió hasta su muerte: en el mundo Muscari abundan las historias reales o que podrían serlo, es cierto. El problema es que la mayoría de estas historias son provenientes, casi siempre, de los sectores más oscuros, morbosos y pícaros del ser humano. Y todo acompañado por ornamentos que se pasean entre el Barrio Chino (presente como nunca en Shangay) y Once (quienes vieron Electra Shock lo habrán comprobado). ¿Belleza dudosa? Claro. ¿Encanto? También.
¿Qué hay en Dame Morbo? Mejor que lo defina Muscari: "Este espectáculo es un pastiche esquizofrénico donde la poética y lo trucho se pegan con plasticola y se mezclan las noticias de Gente, Caras, Paparazzi y Semanario con las dietas de Susana Giménez, el cenicero que le rompieron en la nariz a Roviralta, Nazarena pegándole a su marido y a la pobre Pradón, que la tiraron por el balcón. Todo eso es mi obra, una puesta con estética moderna y una visión bastante ácida sobre lo que significa el humor".
Es cierto. El director y los actores se ríen desfachatadamente de la calle Corrientes en plena calle Corrientes: desfilan en una hora decenas de burlas a las vedettes, parodias al stand up y una mención especial a las modas teatrales: "¡Basta de humor, mejor hagamos un drama a ver si esto repunta!" pide Paula Schiavone a sus colegas después de una escena de ¿humor? que, digámoslo, no hace reír a nadie. Sí, Dame Morbo es eso: ensayo y error y un aire jocoso que también se corta, (¿intencionalmente?) por momentos.
Y, más allá de Dame Morbo... ¿en qué anda el director que prefiere escaparle al rótulo de teatrista gay y acostumbró a su público a sus obras express? "Mi actividad actual es sintética para lo que tengo acostumbrada a la gente, estoy solamente con esta obra. Pero estoy con mucha expectativa, viendo qué va a pasar con mis inventos, con mis productos, con mis mierdas televisivas. Porque inventé dos cosas: una cosa que escribí y dirigí con Caetano, que se llama Mujeres Elefantes y se estrena en Canal 7 por mayo. Es un programa que está buenísimo y tiene un elenco geniaL: están Carolina Fal, Celeste Cid, Lola Berthet, Julieta Vallina, Jimena Anganuzzi y Mimí Ardú, ¡entre otras! Y tambi n estoy dirigiendo una miniserie erótica con Edda Bustamante y se va a llamar Circo Rojo para Playboy." Ya revolucionó el teatro: habrá que ver qué pasa con Muscari en televisión.
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