El presente financiero del Club San Lorenzo se convirtió en un dolor de cabeza para Marcelo Tinelli, pero la crisis excedió lo deportivo: ahora golpea directamente en su vida familiar.
En los últimos días, los hijos del conductor hicieron pública una interna desconocida, dejando expuesto un conflicto que él siempre intentó mantener puertas adentro. Como si fuera poco, sus ex parejas también terminaron involucradas, reavivando viejas heridas y contradiciendo la imagen de armonía que Tinelli sostuvo durante años.
Mientras sus detractores en el fútbol aprovecharon el escándalo para cargar contra él, Tinelli quedó profundamente afectado por el distanciamiento entre los suyos. La prioridad ya no fue la política deportiva ni la televisión: lo que más le dolía era ver a su familia totalmente dividida.
Decidido a recomponer vínculos, el histórico presentador inició una ronda de conversaciones cara a cara para limar asperezas. Y las primeras señales positivas no tardaron en llegar.
LA FOTO DE MARCELO JUNTO A JUANA
El pasado jueves por la noche, Marcelo Tinelli, su hija Juana y Francisco compartieron una cena íntima en la casa del conductor, en un clima de reconciliación que él venía buscando desde hace tiempo. También estuvo presente El Tirri, inseparable aliado de Marcelo y pieza clave para mantener la calma y el buen humor durante la velada.
Aunque aún queda camino por recorrer —especialmente con Cande Tinelli, quien todavía no retomó el diálogo con su hermana Juana—, el conductor siente que el peor momento quedó atrás.