La carrera de Mirtha Legrand brilló desde niña en el cine, donde se convirtió en la referente de la edad de oro de la producción nacional que triunfaba en el mundo, continuó en la televisión donde se convirtió en leyenda, pero fue acotada en el teatro por una insólita razón.
“No me gusta hacer teatro. Tengo miedo de salir al escenario”, confesó la conductora de La Noche de Mirtha.
Entonces se explayó: “Tengo miedo de tropezar, de caerme, de olvidarme las letras”.
Lejos de menospreciar el arte, aclaró: “Le tengo respeto, me da miedo. Me gusta mucho verlo”.
La comparación con el actor de cine
“Es muy difícil el teatro. En cine se puede cortar, repetir la escena. Es otra historia”, comentó la viuda de Daniel Tinayre, uno de los más grandes directores del país.
“Y me fue bien siempre. Mirá, yo hice una obra que se llamaba 40 quilates, Ahí debutó Arnaldo André, que estuvo en cartelera más de un año, en el teatro Grand Splendid”.
Para cerrar, Mirtha Legrand precisó qué es lo que más la aclompleja de hacer teatro: “Me intimida el público que está ahí, tenés que gustarles. Ay, a ver cómo está, está gorda, está flaca, está linda, está fea. Te juzgan ahí directamente”.