El testimonio de Andrés Gil en plena gira por Bahía Blanca junto a Gimena Accardi, para desmentir el rumor de romance con su compañera de En otras palabras, fue analizada al detalle por un experto en comunicación no verbal.
“Primero, hay un leve bamboleo en su cuerpo. Cuando defendemos nuestra reputación y estamos en un contexto de interrogatorio puede pasar que si tengo un alto nivel de estrés (...) y hay algo que no lo estoy verbalizando completamente. Entonces siento inestabilidad”, arrancó Hugo Lescano en Lape Club Social sobre el reportaje de Intrusos.
“Segundo, me hubiese gustado que la cámara lo tomara de más lejos. Al parecer la posición de sus brazos muestra que sus manos podrían estar en los bolsillos. Y ese es un indicador de que algo no está bien en lo que estamos diciendo”, continuó.
“Tercer punto. Vean cómo él busca un punto lejano, para acá y para allá. Muy característico de todos los mamíferos cuando buscamos una zona de escape”.
EL DETALLE REVELADOR
“Último punto. El más crucial. Vean que cuando él dice, yo estoy acá defendiendo a mi familia, se agacha. Qué notable, porque nos agachamos cuando tenemos emociones negativas”, enfatizó asombrado.
“Pero en un relato, cuando estamos haciendo una afirmación positiva, como en este caso, defendiendo a mi familia, no habría ninguna razón para agacharse”, remató.
LAS CONCLUSIONES DE MARINA CALABRÓ
Al final, Marina Calabró pasó en limpio las suspicacias de Hugo Lescano: “Mi sensación es que Lescano no le creyó nada. Que en realidad está ocultando más de lo que cuenta”.
Para lo cual sumó detalles de la supuesta crisis conyugal entre Andrés Gil y Candela Vetrano, los papás de Pino: “A mí me cuentan que en el frente interno está todo bastante complicado. Tienen un bebé muy chiquito, así que no es algo agradable de transitar. Va Va ser difícil la remontada para Gil y Vetrano. Me da la sensación por lo que me cuentan los cercanos”.