La industria del cine para adultos atraviesa horas de profundo dolor tras confirmarse la muerte de Vitoria Beatriz, actriz brasileña de 28 años que había sido internada en grave estado días atrás.
Aunque las causas del fallecimiento no se informaron oficialmente, allegados a la joven sugirieron que su ingreso a la clínica podría haber estado vinculado a una situación de autolesión, relacionada con sus problemas de salud mental, los cuales compartía abiertamente en redes sociales.
Durante su internación, sus seguidores y colegas expresaron preocupación y apoyo. Una cuenta cercana a su entorno pidió respeto, señalando que estaba “rodeada de amor y cuidados”, y solicitó oraciones por su recuperación. Sin embargo, el 6 de agosto, se confirmó lo peor: un segundo equipo médico certificó que Vitoria había sufrido muerte cerebral, lo que en Brasil es considerado legalmente fallecimiento. A partir de ese momento, se procedió a desconectar las máquinas que la mantenían con vida.

EL DOLOR DE LA FAMILIA DE VITORIA BEATRIZ
En las horas siguientes, la noticia se viralizó en redes sociales, especialmente en la plataforma X, donde miles de usuarios despidieron con tristeza a la joven actriz. Desde las productoras Inka Productions y Yummy Studios, con las que Vitoria trabajó en los últimos meses, compartieron mensajes emotivos que destacaron su calidez, alegría y profesionalismo. “Tu llegada a nuestra familia fue como un rayo de luz”, expresaron desde Yummy. “Siempre tenías una palabra de aliento. Tu risa iluminaba el estudio, y tu corazón estaba siempre dispuesto a ayudar”.
Uno de los mensajes más fuertes fue el de una cuenta vinculada a su entorno: “Beatriz está libre de su sufrimiento y en manos de Dios. Su fallecimiento debe ser un llamado de atención para cuidar la salud mental de las mujeres en esta industria”.
Vitoria Beatriz nació en San Pablo en 1996 y había logrado destacarse en la escena latinoamericana del entretenimiento para adultos, construyendo una comunidad de seguidores que valoraban tanto su belleza como su autenticidad. Su repentina partida deja una huella imborrable en quienes trabajaron con ella y reabre el debate sobre las condiciones emocionales y laborales de quienes se desempeñan en la industria del cine para adultos.