Marcelo Tinelli volvió a hacer uno de esos shows en el Bailando que sólo él sostiene a la perfección, con los usos justos de los tiempos televisivos, la improvisación para generar situaciones cómicas y lograr, instantáneamente, que el televidente se quede prendido a la pantalla.
Esta vez, su gran cómplice fue la pequeña Olivia Alfonso, que estaba con Paula Chaves en el control para ver el baile de Pedro.
Tinelli se acercó a la pequeña. Ella, primero lo “midió” seriamente, pero a los pocos minutos ya estaba riendo a las carcajadas. Las bromas del conductor rodearon, sobre todo, en torno a la futura presentación “oficial” de su hijo Lorenzo (muy a pesar de los celos de Peter). Y para ir calentando motores, Tinelli le mostró videos del pequeño bailando con su hija Candelaria y en otra desopilante situación de la familia consolándole el llanto.
Para el jueves, promete llevarlo al piso y hacer el encuentro de bebés cara a cara. Seguramente será otro de los brillantes momentos televisivos que sólo Tinelli, con recursos improvisados, puede generar.