Se pueden escribir páginas, páginas y más páginas de Kim Kardashian: su vida amorosa, su reality show, su familia, pero si se ha hablado de algo más que de otra cosa es de su cola.
“Kim no tiene implantes, obtuvo grasa de su estómago y muslos, a través de una liposucción, que luego se inyectó en la cola. Además, a veces, usa ropa interior con relleno”, dijo una fuente cercana a la morocha a la revista Closer.
Su voluptuoso trasero siempre es noticia y ella ayuda a que se siga hablando gracias a las selfies que publica en Twitter o Instagram, y a la vestimenta que luce que hace que se destaque aún más. Y en las últimas horas se armó una gran polémica por este tema.
Muchos aseguran que está "más grande que antes", y que eso es gracias a la ayuda del bisturí. Una fuente cercana a la modelo aseguró a la revista Closer: “Kim no tiene implantes. Ella obtuvo grasa de su estómago y muslos, a través de una liposucción, que luego se inyectó en la cola para hacerla más voluptuosa. Además, a veces, usa ropa interior con relleno”.
“Ella siempre ha estado obsesionada con su trasero y los amigos dicen que estuvo en tratamiento desde que dio a luz a su hija North. En días buenos, ama su cola y pechos, pero en otros días desea ser más alta y delgada”, aseguró la misma fuente.
Este tipo de tratamiento, que inyecta grasa desde el cuerpo, crea un look más natural y se siente menos artificial que los implantes de silicona, que incluyen mayor dolor y complicaciones.
Obviamente que esta noticia llegó rápidamente a oídos de Kim, quien explotó de ira e hizo su descargo en Twitter: “Estoy viendo todos estos tabloides sin sentido que aseguran que tengo implantes o inyecciones en mi trasero. ¡Consíganse una vida!”.
“Estoy viendo todos estos tabloides sin sentido que aseguran que tengo implantes o inyecciones en mi trasero. ¡Consíganse una vida!”, contestó Kim en Twitter.
“Usar fotos de cuando tenía casi 7 kilos menos (antes de tener mi bebé) para compararme ahora… Todavía tengo que bajar de peso. Cualquiera que haya tenido un bebé sabe lo difícil que es perder ese peso (especialmente los últimos kilos), y tu cuerpo cambia completamente”, añadió la morocha.
Y siguió: “Vergüenza por burlarse de mí embarazada y por reírse mientras intento recuperarme. No soy perfecta pero nunca seré alguien dentro de sus estándares de flacura. Yo no. Y por cierto, he bajado muchísimo de peso y estoy orgullosa. No le den complejo a las más jóvenes”.
Clarito, ¿no?