"No somos una familia ensamblada, pero vamos a vivir todos en el mismo edificio. Es una manera de que cada uno conserve sus espacios con sus hijos e igualmente pasar todos los días juntos con nuestro bebé".
La llegada al mundo del primer hijo entre Marcelo Tinelli (53) y Guillermina Valdés (37), esperada para el mes de abril de 2014 -en coincidencia con el regreso de ShowMatch a El Trece-, fortaleció el amor de la pareja. Así, en una movida audaz, el conductor compró otro departamento en la lujosa torre Le Parc Alcorta, donde él vive, para que la modelo se instale junto a sus otros tres hijos. La distancia será de 14 pisos.
"No somos una familia ensamblada, pero vamos a vivir todos en el mismo edificio. Es una manera de que cada uno conserve sus espacios con sus hijos e igualmente pasar todos los días juntos con nuestro bebé", confirmó la ex de Sebastián Ortega en una entrevista con la revista Gente. "Este hijo es la apuesta de un amor fuerte y puro", dice Guillermina en la portada, con producción de fotos mediante.
En la entrevista, además relata cómo vinculo con el conductor derivó en este embarazo. “Lo fuerte y lindo que es lo nuestro se tenía que expresar y se expresó. […] El nuestro es un vínculo puro, desde la conexión absoluta y sin enrosques”, asegura, al mismo tiempo que cree que es fruto del destino, del “universo”. “No, no fue buscado, pero sí muy bien recibido. […] Este bebé es un regalo para todos, para sus hermanos, para su papá, para su mamá. ¡Un hijo es la sorpresa más linda del mundo!”.
"No fue buscado, pero sí muy bien recibido. Este bebé es un regalo para todos, para sus hermanos, para su papá, para su mamá. ¡Un hijo es la sorpresa más linda del mundo!”.
Sobre los cambios que puede generar el bebé en la pareja, Valdes se mostró segura y confiada. “Los dos somos muy pasionales, nos relacionamos naturalmente desde el disfrute. Tenemos una conexión tan grande que no siento que la pueda romper el embarazo ni los cambios que traiga nuestro hijo”, afirmó.
LA LLEGADA DE LA NOTICIA
“Es mi cuarto embarazo, me sentía muy rara así que me di cuenta rápido […] El viaje a Italia fue mágico, luminoso. No tenemos dudas de que este bebé es tanito o tanita”.
“Me hice el test cuando estábamos en una comida en lo de Marcelo. Una amiga me lo había comprado. Fui en plena reunión. Cuando vi que era positivo casi me desmayo. Volví a la mesa y no dije nada pero no podía sostener ninguna conversación. Fue como si se me hubiera caído el sistema”.
“Fue fuerte cuando nos quedamos solos. Más allá de que uno se cuide o no, la llegada de un hijo siempre genera cosas intensas. No soy de las que creen que en las relaciones hace falta tener hijos para confirmar el amor, pero en nuestro se dio así y ¡bienvenido sea! […] Esta es una relación que está empezando, con pasos muy seguros y con mucho amor, pero era toda una revolución”.
“Busqué la palabra bizarro en el diccionario y uno de los significados es valiente. Es cierto: como mamá soy bizarra, soy muy valiente".
“Contarles a mis hijos Dante (12), Paloma (11) y Helena (8) fue difícil, pero lo naturalizaron. Entienden que estoy bien, al lado de una persona que me cuida, y no juzgan ni cuestionan”.
LA REACCIÓN DE ORTEGA
“Sigo sin hablar con él. Es una decisión suya y para un vínculo se necesitan dos personas. Aunque me gustaría que tuviéramos una relación distinta, no puedo seguir forzando las cosas. Lamentablemente, hace más de un año que nos comunicamos por medios de su secretaria, algo insostenible porque hay cuestiones que se tienen que arreglar y decidir entre padres”.
“Busqué la palabra bizarro en el diccionario y uno de los significados es valiente. Siento que es cierto: como mamá soy bizarra, porque soy muy valiente. […] Yo no juzgué el embarazo de su pareja en su momento. Por una cuestión de respeto y porque cuando uno termina y se divorcia de una persona no puede estar pendiente de lo que hace o deja de hacer”.