El viernes por la tarde, Diego Maradona logró lo que parecía imposible: eludir a la prensa en el Aeropuerto de Ezeiza a su llegada al país desde Dubai. Vale recordar que la última vez que arribó a Argentina, se generó un verdadero revuelo con los medios y lo mismo ocurrió días atrás cuando llegó Rocío Oliva, su novia.
Esta vez, su partida de Ezeiza fue en paz… pero la tranquilidad duró poco. El sábado por la noche, Diego se preparó junto a los padres de su novia en el hogar familiar de Bella Vista para celebrar el cumpleaños número 23 de Rocío. Según cuenta el diario MUY, Maradona contrató a un grupo de estilistas y peluqueros para lookear a todo el clan Oliva y cerca de las diez de la noche, el ex DT de la Selección Nacional y su novia partieron arriba de un BMW rumbo al predio militar de Campo de Mayo, donde se desarrollaría el festejo.
En el trayecto, Diego protagonizó otro escándalo con los fotógrafos que lo seguían cuando detuvo su automóvil, se bajó e increpó a uno de los reporteros gráficos de la revista Caras por considerar que su taxi iba demasiado cerca de su BMW.
Las cámaras de AM registraron el violento momento que incluyó gritos y amenazas; una situación similar a la que se vivió en el mes de mayo cuando lanzó piedras contra los paparazzis y agredió con una patada a uno de ellos.
Tras el encontronazo con la prensa, Maradona y su novia disfrutaron de la celebración de cumpleaños y al día siguiente Diego se dirigió a Tigre para pasar el día con sus hijas, Dalma y Gianinna. ¿Hubo visita a Dieguito Fernando y Verónica Ojeda? Por el momento, no… Pero sí se espera su visita a Tribunales para ratificar una denuncia penal contra la mamá de su hijo menor por la difusión de imágenes del bebé.