Las vacaciones familiares de Sabrina Rojas y Luciano Castro, en Mar del Plata, se vieron alteradas tras el hackeo que sufrieron sus respectivas cuantas de Instagram.
Desde el perfil de la actriz publicaron fuertes mensajes, en los que aparentemente manifestaba haber sido víctima de violencia de género; mientras que en la del actor compartieron un fragmento de un extraño chat, supuestamente de Castro con una mujer.
Luego de aclarar virtualmente que sus redes habían sido hackeadas y publicar un video con sus hijos, Esperanza y Fausto, jugando en la pileta, Sabrina volvió a reportarse con una divertida postal de su pequeño varoncito, haciendo una graciosa cara, mientras disfruta de un helado de agua. Más determinante, Luciano optó por cerrar su perfil.
