En 1994, Fructuoso Álvarez González quemó viva a toda la familia de Matías Bagnato en lo que se dio a conocer en los medios como la Masacre de Flores. Y desde ese momento, Matías, que en esa época tenía 16 años, quedó al cuidado de su abuela, Norma Calzaretta.
Con el paso del tiempo, los roles se invirtieron y fue Bagnato quien terminó haciéndose cargo de su querida familiar, a quien recientemente debió internar en un geriátrico al no poder brindarle por su cuenta toda la atención que la señora necesitaba.
Y ahora, en plena cuarentena, a Bagnato le tocó afrontar una nueva pérdida: la de la muerte de la señora, a sus 91 años. Fue en LAM donde comentaron lo sucedido y contaron cómo está Matías.
“Él se había apoyado mucho en su abuela, era todo lo que tenía en su vida”, dijeron en el programa de eltrece, antes de compartir al aire sus palabras de tristeza.
“No puedo ni hablar, se murió mi abu. Sabía que esto pasaría, pero estoy destruido. Mi vida entera era mi abuela. Por suerte, ya está con mis viejos y con mis hermanitos”, leyó Ángel.
Además de su mensaje, Matías le había enviado al conductor un video con las últimas imágenes de su abuela en el geriátrico, donde se la veía muy animada, mandándole saludos a sus seres queridos y a su “nieto divino”, sobre quien también dijo que era “su vida entera” y que por la cuarentena no podía visitarla, dado el protocolo vigente en estos días.
“Le mandamos un beso muy fuerte a Matías Bagnato”, cerró De Brito, conmovido.