“Soy una sobreviviente”, aseguró Cielo, una mujer que logró dejar atrás la prostitución después de haber ingresado en ese mundo por una necesidad económica extrema. En diálogo con Telenoche, relató que tomó esa decisión en 2020, cuando no tenía dónde vivir ni cómo alimentar a su hija pequeña.
Según contó, todo comenzó cuando una amiga la convenció de publicar sus servicios en páginas web. Dos semanas antes de que se declarara la cuarentena por el Covid-19, Cielo se animó a dar ese paso. “La primera noche me llegaron 300 mensajes. Yo solo pensaba en cubrir las necesidades de mi hija y era mucha plata la que me ofrecían”, recordó.
Cielo explicó cómo operan estas estructuras: “Hay personas que se encargan de publicarte y se quedan con una comisión. Ahí sos esclava de la mujer que te compra ropa interior cara para que te saques fotos y consigas clientes”. También señaló que la prostitución, la trata y la droga “van de la mano”. Incluso reveló que le ofrecieron trabajar como “soldadito” vendiendo estupefacientes, con la promesa de ganar hasta $100.000 por noche, propuesta que rechazó.
EL COSTADO HUMANO Y EL DOLOR
Durante los días que ejerció, convivió con otras mujeres en la misma situación. “Las veía completamente rotas. Me dolía a mí y me sentía mal por ellas”, afirmó. Además, cuestionó con firmeza que se hable de la prostitución como un trabajo: “Eso no es trabajo. No podés decirle trabajo a algo en donde violan a una chica de 15 años todos los días”.
En total, Cielo estuvo apenas dos semanas en ese mundo, aunque asegura que la experiencia la marcó para siempre. “Me detuvo Dios cuando anunciaron el aislamiento, porque yo veía billetes nada más”, confesó. Y concluyó con un mensaje de alerta: “Es casi imposible salir porque la necesidad es mucha y lo hacés por tus hijos”.