Un grupo de conductores que forman parte de una línea de taxis en Barcelona (España) se convirtieron en los héroes de un niño llamado Jan, quien días atrás había utilizado el servicio con su abuelo y olvidó en el vehículo una consola de videojuegos que había comprado con sus ahorros.
Al llegar a su casa y darse cuenta que el aparato ya no estaba en su poder, lo invadió la tristeza y corrió a contarle lo sucedido a su mamá de nombre Mireia, quien, en un intento desesperado por devolverle la alegría a su hijo en época de navidad, escribió un mensaje en las redes sociales solicitándole al taxista que por favor le regresara el aparato a su hijo.
Todo apuntaba a que el esfuerzo de la madre sería en vano; sin embargo, la historia llegó a los integrantes de la línea de taxis, quienes hicieron una colecta de dinero para comprarle a Jan un nuevo equipo ya que el primer conductor nunca regresó el videojuego.
Pasados algunos días, los profesionales del volante contactaron a Mireia y pautaron un encuentro para darle la sorpresa al niño. Al llegar al lugar, Jan fue recibido por el grupo de taxista que le dieron las llaves de un vehículo y le indicaron que buscará en el asiento trasero del carro que encendiera las luces.
Al conseguirlo y abrir la puerta se encontró con la sorpresa que además venía acompañada de un juego para poder estrenarla. Inmediatamente una sonrisa de alegría se apoderó del niño que además recibió la bandera con el logo de la compañía de taxis para que la colgara en su habitación. En la pequeña actividad también el abuelo recibió unos souvenirs y lo mejor de todo es que se le regresó a Jan las ganas de montarse nuevamente en un taxi.