No puede hablar, pero es elocuente en otros aspectos: lenguaje de señas, musicalidad interior, destreza física de un actor de cine (en la época del cine mudo). Así es Elise, el personaje que interpreta Sally Hawkins en la nominada pieza de Guillermo del Toro.
La película es un homenaje a la pantalla grande, de la era silenciosa a los musicales llamativos, a las películas de ciencia ficción y a los thrillers de la Guerra Fría.
"Fred Astaire y Ginger Rogers fue lo que vi cuando era niña. Quiero decir, estaba obsesionada", dijo Hawkins en una entrevista , mientras recordaba una secuencia de la película, en la que llevaba el tipo de vestido que Ginger podría haber usado, “que capturaba la musicalidad de Busby Berkeley".
Hawkins es muy clara al trabajar en proyectos que "realmente te atraen. Simplemente asegúrate de estar con las personas adecuadas y aprovecha tus propias necesidades tratando de no sentirte abrumado, lo cual es más fácil de decir que hacer".
Para Hawkins la disciplina es importante, lo que le ha servido de mucha ayuda con algunos de sus problemas de salud. "Tengo Lupus, el síndrome de fatiga crónica. Me canso bastante, pero no dejo que eso me detenga ", comentó.
Guillermo Del Toro escribió la película teniendo en mente a la actriz del sur de Londres, después de haber visto todas sus películas, especialmente las tres que hizo con Mike Leigh: All or Nothing, Vera Drake y su película de despedida Happy-Go-Lucky.
Definitivamente la vena artística de Sally Hawkins es de familia, pues su madre Jacqui es actriz, su padre Colin es ilustrador en jefe, y su hermano Finbar es escritor y director creativo.