Las manos también deben estar incluidas en nuestra rutina de belleza. Ellas están expuestas al frío, al sol y a productos químicos a diario, por lo que hay que hidratarlas tal como se hace con la piel del rostro y del cuerpo.
Además es necesario cuidarlas en todo momento. Cuando se vaya a realizar alguna tarea doméstica se deben usar guantes para evitar el contacto con los productos de limpieza que son muy agresivos para la piel. Hay que evitar fregar los platos sin ellos porque el agua y el detergente estropean mucho las uñas y las manos.
Cada vez que se lavan las manos se deben utilizar jabones suaves que respeten el PH de la piel, el agua no debe estar muy caliente y las manos hay que secarlas muy bien. Además la crema hidratante debe aplicarse cada vez que se lavan o que se note que están secas.
Otro buen dato para cuidarlas es hacer un masaje regularmente, el cual tiene un efecto relajante y también ayuda a mantenerlas bellas. Una vez a la semana, se pueden exfoliar para eliminar todas las células muertas para mejorar su aspecto, que estén más suaves y mejor preparadas para cualquier tratamiento.
Cuando las manos están muy deshidratadas se pueden sumergir en aceite de almendras o de rosa de mosqueta para regenerar la piel. Por la noche, si se nota que las manos necesitan algo extra, se puede aplicar una capa generosa de vaselina, ponerse unos guantes de algodón y dormir con ellos.
Es muy importante aplicar protección solar en las manos cuando vayan a exponerse al sol, al igual que se hace con la cara. Esto evitará el envejecimiento prematuro y las antiestéticas manchas que aparecerán, tarde o temprano, si no se han cuidado correctamente. En el invierno es importante abrigarlas del frío con unos buenos guantes.