Los espectadores que se encontraban en la calle miraban atónitos la escena: desde un edificio, un joven daba unos pasos para tomar impulso y lanzarse al agua, sobrevolando una calle y así zambullirse con éxito.
Y es que el muchacho debía atravesar sí o sí el ancho de la calle para poder sumergirse en el mar. Razón por la que los testigos del salto esperaban nerviosos que el acróbata hubiera hecho bien los cálculos.
La adrenalínica hazaña fue publicada en TikTok y en la cuenta de Lavdrim Elmazi, un practicante dinamarqués de parkour: disciplina física originada en Francia y basada en la capacidad motriz del individuo.
Los practicantes de parkour son denominados “traceurs” y tienen como objetivo trasladarse de un punto a otro del entorno de la manera más sencilla y eficiente posible, adaptándose a las exigencias del mismo con la sola ayuda de su cuerpo. Además, se puede considerar una forma de expresión en cuanto a la libertad, el contacto con todo medio externo y el dominio sobre el propio movimiento natural de cada individuo.
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