En una de sus recientes inmersiones, el fotógrafo Alex Kydd, de 29 años, tuvo la suerte de poder interactuar de una manera muy especial con un lobo marino australiano en peligro de extinción.
Mientras buceaba en Jurien Bay, a tres horas hacia el norte de Perth, Australia, uno de los leones marinos se acercó más de la cuenta y comenzó a jugar con la cabeza del fotógrafo, mientras éste aprovechó la situación para capturar el momento en vídeo.
Fuente: DPA.