Joseph Herscher, neozelandés de 37 años, decidió dar sabor a las tareas aburridas y creó una máquina para envolver regalos, escribir tarjetas e incluso decorar el árbol. Apesar de que el resultado final no siempre es perfecto, Joseph está orgulloso de sus inventos.
Dice: Me especializo en hacer máquinas inútiles que hacen cosas divertidas de la forma más complicada posible". "Ala gente parece impresionarle lo rápido que funcionan las máquinas y preguntan dónde pueden comprar las suyas".