En muchas ocasiones puede resultar muy útil pasar de un maquillaje natural de día a un sofisticado look de noche. Para ello, el primer paso es preparar la piel antes del maquillaje para lograr mayor durabilidad.
Lo ideal es usar un gel limpiador con efecto peeling. Hay que aplicarlo tanto en el rostro como en el cuello y luego retirarlo con abundante agua tibia o fría. Para finalizar, se debe secar con una toalla limpia, dando ligeros toquecitos, para no enrojecer la piel.
Luego hay que tonificar la piel. Con un algodón, se aplica un poco de tónico que retire la suciedad y el exceso de grasa, dejando una piel libre de impurezas. Este paso también puede hacerse con agua micelar.
Por último, se debe hidratar bien la piel aplicando la crema que sea más adecuada para cada tipo de piel. Si el maquillaje se realiza por la mañana se debe elegir una que tenga factor de protección. Por la noche, se puede usar una ampolla flash o serum para dar un extra de hidratación y luminosidad a la piel; así también el maquillaje durará más tiempo.
Para el día
Se empieza el maquillaje aplicando una base de cobertura media para unificar el tono y ocultar imperfecciones. Luego, para realzar la mirada, se usa una capa de máscara de pestañas. Y para los labios, un tono rosa pastel, mejor si es mate.
Para la noche
Tener un look elegante y sofisticado para la noche apuesta por un eyeliner líquido en el párpado superior, al ras de las pestañas. Para marcar las pestañas inferiores y la línea interior del ojo se usa un lápiz cremoso y suave. Por último, se aplican dos capas de máscara de pestañas.
Con rubor en un tono tierra se da dimensión al rostro, colocándolo en los pómulos y las sienes. Y para destacar labios, el color rojo es perfecto. Primero se perfilan bien los labios y luego se aplica el lápiz de labios para destacar la sonrisa.