Cuando cambia la estación del año, también lo hace el estado de ánimo de las personas. Ahora en el verano la actitud cambia, la gente se torna más alegre y el entorno más iluminado y colorido.
Pero cuando llega el otoño y el invierno, aparece el llamado TAE o Trastorno Afectivo Estacional, avalado y comprobado por numerosas investigaciones científicas, que está caracterizado por el desánimo, la falta de motivación, el abandono de ciertas rutinas e incluso la desidia relacionada con los hábitos de belleza.
Psiquiatras y expertos en salud atribuyen gran parte de estos síntomas a procesos químicos internos relacionados con el cambio de la luz, la temperatura, el color en el paisaje y la rutina. Ello hace que el cerebro envíe órdenes al sistema hormonal para aumentar el nivel de melatonina que es la hormona encargada de regular el sueño, el apetito y la temperatura corporal.
Por ello, en estas estaciones es importante no descuidar la alimentación y suelen ingerirse alimentos más calóricos. El ejercicio genera las llamadas hormonas del bienestar o endorfinas, por ello la felicidad que se siente después de practicarlo, además de reducir la ansiedad y el estrés, ayuda a conciliar el sueño.
Un detalle que puede contribuir a mejorar el ánimo de las personas es el uso del color en su vestimenta. Aunque sea en los labios, el rojo carmín, estimula y alegra. Los colores vivos, cálidos, transmisores de alegría son formas fáciles de aportar felicidad. Lo mismo sucede con el olor de las fragancias que son agradables, las cuales evocan buenos recuerdos y activan la imaginación.
Acompañar la vida con música siempre es mejor para llenar el cuerpo de energía. Cantar, bailar y disfrutar el ritmo de las canciones también influye positivamente en el estado de ánimo.