Ya muerto y despedazado, Chucky fue abandonado en un depósito policial, de donde fue rescatado por su ex novia Tiffany (Jennifer Tilly), quien con trozos de piernas y brazos de otro muñeco lo cosió y resucitó, reaparenciendo en la cuarta edición de Child´s Play con cicatrices.
En la película, dirigida por Ronny Yu en 1998, quien marcó un leve cambio del género de horror, se invirtieron 25 millones de dólares, logrando recaudar el doble de esta cantidad, lo que la convirtió en el film más taquillero de la saga de Chucky.
Luego del final de Child's Play III, Chucky con sus cicatrices mató a Damien (Alexis Arquette), un amigo de su ex novia Tiffany. Al parecer, Damien quería estar íntimamente con Tiffany y Chucky no lo aceptó.
Después de este hecho, el también llamado diabólico muñeco y su ex novia sostuvieron una larga conversación en la que se reencuentran. Durante el diálogo Tiffany le confiesa a Chucky que lo resucitó para que juntos comenzaran una nueva vida, ya que cuando él fue asesinado durante la primera película la mujer encontró un anillo en la chimenea de la casa y creyó que era un obsequio para ella, como un gesto de compromiso marital cuando él aún era humano.
Sin embargo, Chucky le confesó que el anillo lo había robado a una de sus víctimas de nombre Vivian Van Pelt en 1978. La confesión de Chucky no fue del agrado de Tiffany, quien consideró un error haberse ilusionado, por lo que sometió a Chucky a su peor humillación, tratándolo como un niño.
Tiffany llegó al extremo de dejarlo encerrado en el corral que pretendía utilizar para resguardar a su bebé cuando lo trajera al mundo. Adicional, Tiffany le regaló a Chucky una muñeca de su mismo tamaño para que sea su novia.
Chucky quitó algunos barrotes del corral y logró escapar, electrocutando además a Tiffany al lanzar un televisor a la bañera donde esta estaba bañándose. Luego de este temible hecho, el muñeco dialítico hizo un ritual de hechicería vudú y transfirió el alma de Tiffany a la muñeca que ésta le regaló.