Fue la peor masacre en Estados Unidos desde el 11-S. Y la matanza más grande en incidentes con uso de armas de fuego para el país norteamericano. Esta vez le tocó a Las Vegas, cuando un hombre asesinó a sangre fría a 58 personas y provocó heridas en otras 515, al disparar a mansalva sobre los 22.000 espectadores que presenciaban un festival al aire libre de música country, al lado del imponente hotel Mandalay Bay, desde cuyo piso 32 provinieron los disparos.
El asesino, Steven Paddock, usó 8 armas de fuego (legales en EE.UU.), algunas de ellas de guerra (legales en Las Vegas), y estaba muerto cuando llegó la Policía. Se presume que se suicidó tras consumar la masacre.
A horas del hecho, desde la cuenta @eve_mauro de Instagram se viralizó el video de un espectador que se puso de pie en pleno tiroteo, e insólitamente extendió sus brazos para ser un blanco más sencillo, como desafiando al tirador.