La foto de una beba prematura, sonriente y con una sonda en la nariz, dio paso al relato de una increíble y tierna historia, que rápidamente se viralizó en las redes sociales.
La página de Facebook Love What Matters ("El amor es lo que importa", en inglés) dio a conocer la historia de Freya, una pequeña que nació el día de Acción de Gracias de 2014, a las 28 semanas de gestación (6 meses y medio) y con sólo 1,700 kilos de peso. Por ese motivo, tuvo que permanecer varias semanas en incubadora, en una sala de cuidados intensivos.
El embarazo de Lauren Vinje había sido de riesgo porque le detectaron preeclampsia y la llegada al mundo de su hija fue antes de tiempo. Sin embargo, ya pasaron dos años de ese día y hoy se transformó en una dulce noticia al llegar a los medios de comunicación la través de la postal que salió a la luz, junto a las palabras de la mamá: "Nuestra primera hija a los cinco días de edad. Pesaba 1,700 kilos. Ella estaba feliz de estar viva. Esta imagen la miré a menudo para tomar fuerza durante los altibajos de nuestros días en la unidad de cuidados intensivos de neonatos (NICU). La vida es tan preciosa".
Actualmente, Freya está por cumplir dos años y crece sana y feliz junto a su familia, que se agrandó con la llegada de un hermanito. "Honestamente, es lo mejor que nos ha pasado", dijo Lauren Vinje. "Es tan simpática. Es tan feliz. Sigue siendo la misma niña feliz de aquella foto".