La suspensión por dos semanas de Eduardo Feinmann en el Grupo Indalo, por un fuerte contrapunto con Leonardo Greco en el aire de Seguimos de 10, en Radio 10, precipitó un cambio inesperado en C5N. En medio de la sanción que pesa sobre el también abogado, Julia Mengolini fue anunciada en la pantalla del canal como la nueva conductora de El Diario junto a Pablo Duggan. Consultada por Ciudad.com, la periodista confirmó la ¿polémica? novedad, mientras que Feinmann prefirió mantener un prudente silencio. "Sí, es cierto. Estoy muy contenta, feliz", reconoció ante el llamado del sitio.
-¿Te sentís preparada para conducir un noticiero de tres horas?
-Sí, claro. Tampoco tengo ninguna cábala ni me dieron consejos. Me parece que me encuentro en el momento justo, que es un lindo desafío. Un trabajo que va a ser interesante, porque no es rigurosamente un noticiero, sino que es un noticiero largo con onda de magazine. Eso me divierte más porque me permite explayarme más que la mera presentación de las noticias. A mí me gustaba El Diario cuando lo conducía Eduardo solo, yo lo miraba siempre, así que ahora me entusiasma mucho más estar ahí.
"Con Feinmann, más que eventuales contrapuntos por notas de color, tenemos diferencias ideológicas muy fuertes. Pero eso es lo que más me interesa y entusiasma. (...) Me parece buenísimo que en la televisión pueda haber un noticiero con dos periodistas con puntos de vista tan distintos y que lo podamos llevar adelante con respeto. Ese es mi anhelo, lo que espero que pase".
-¿Cuándo hablaron con vos para hacerte la propuesta?
-Lo veníamos conversando hace algún tiempito. Y empiezo el miércoles...
-La propuesta te llega en el medio de la suspensión a Feinmann...
-En realidad, la propuesta me llega antes de la salida de Feinmann. Mi inicio se precipita por la salida de Feinmann, pero la propuesta es anterior. Yo espero que Eduardo vuelva, por supuesto.
-¿Te animás a conducir con Eduardo Feinmann?
-Sí, no sólo me animo, sino que el destino es ese. La primera propuesta era para conducir con Eduardo y acepté, por supuesto. Después, por las circunstancias conocidas, se adelantó mi comienzo. Yo no puse ninguna condición para trabajar. Además, sigo con Segurola y la Habana, de 10 a 13 en la FM 93.7 Nacional Rock.
-¿Superaste los cortocircuitos que tuviste con él?
-Sí. Yo no tuve un cortocircuito con él. En realidad, eran juegos como parte de la televisión, pero no tengo nada personal. Espero que cuando trabajemos juntos nos llevemos muy bien.
-¿Ya hicieron algún ensayo general del noticiero en falso vivo?
-No. Tuvimos reuniones de trabajo, pero no hicimos lo que en los medios se llama "número cero", o simulacro de noticiero.
-¿Vas a hablar con Feinmann para conocerse mejor antes de compartir pantalla juntos?
-No, voy a esperar a ver cómo se resuelve su situación, y que Eduardo disponga.
Ante el llamado de Ciudad.com, Feinmann apenas soltó: "No puedo hablar, muchas gracias, de verdad".
-Si te toca seguir, ¿con Pablo Duggan tenés buena onda?
-Sí, muy buena onda.
-¿El equipo periodístico de El Diario también tendrá cambios?
-Hasta donde tengo entendido, seguimos todos los mismos. Marcela Tauro, Paulo Kablan, Roberto Navarro, Robertito Funes Ugarte, Luciana Rubinska, y a la espera de Eduardo Feinmann.
-¿Sos consciente de que quizá vayas a tener roces con Feinmann en cualquier nota, como por ejemplo podría ser la cobertura de los festejos del Día de la Primavera en el Rosedal de Palermo, cuando hablen con los adolescentes…?
-Con Eduardo, más que eventuales contrapuntos por notas de color, tenemos diferencias ideológicas muy fuertes. Pero eso es lo que más me interesa y entusiasma. Tenemos diferencias más fuertes que la posición que podamos llegar a tener respecto del día de la primavera. Me parece buenísimo que en la televisión pueda haber un noticiero con dos periodistas con puntos de vista tan distintos y que lo podamos llevar adelante con respeto. Ese es mi anhelo, lo que espero que pase.
-¿Hasta cuándo firmaste el contrato?
-Hasta fin de año.
EL SILENCIO DE EDUARDO FEINMANN
Ante el llamado de Ciudad.com, el periodista apenas soltó: "No puedo hablar, muchas gracias, de verdad". ¿Volverá?