El humor de Federico Bal (28) cambió de forma drástica después de las últimas dos semanas en las que atravesó una crisis de pareja con Laurita Fernández (26), y pasó del fastidio y el ceño fruncido a las risas y sonrisas. Confirmada la reconciliación, el actor de Magnífica optó por la mesura en dos notas con Los Ángeles de la Mañana, ambas al salir del edificio donde vive la bailarina en el barrio porteño de Belgrano.
El lunes por la tarde, Fede salió con un bolso de la casa de Laurita y enfiló con rumbo a su auto, cuando un notero lo interceptó y le preguntó "¿reconciliación en puerta?", a lo que el actor respondió: "No. Estamos charlando, nada más. Los lunes vengo a Buenos Aires y la vengo a ver a ella para charlar. No estamos juntos ni nada, estamos pasando un momento difícil, nada más".
Por otra parte, negó que Laurita le haya exigido que cambie su personalidad para volver con él: "No me pide nada. Nos pedimos amor el uno al otro. Nada más".
El martes por la mañana, el hijo de Carmen Barbieri se retiró exultante del departamento de la conductora de Combate, donde pasó la noche, y eludió confirmar el resurgir del noviazgo. "No sé si este es un gran paso. Estoy viéndola como todos los lunes del verano. No estamos juntos. Básicamente, pude hablar con ella", aseveró, con una sonrisa desbordante.
Así y todo, Bal reflexionó sobre el impasse que vivió con Laurita: "La vida es difícil, más a la distancia, por un montón de cosas que pasan entre ella y yo. Mucho más difícil es separarnos del todo cuando hay tanto amor. Hoy estamos separados, no somos novios, pero hay un montón de cosas que nos unen, como el amor que nos tenemos. No puedo dar más datos porque quiero guardármelo para mí".
Al final, Federico Bal dejó trascender la ilusión que tiene de regresar a los brazos de Laurita Fernández, quien en su programa radial aseguró estar contenta tras el reencuentro: “Yo la amo. Yo también estoy contento. Los días más lindos de mi vida son cuando la veo a ella y todo es hermoso. Ojalá algún día podamos volver a estar juntos y bien. Se puede enojar, si me bloquea del WhatsApp, me bloquea. Pero yo no hago esas cosas, no sé ni cómo se bloquea. Ojalá haya posibilidad de viajar juntos".
Una imágen y dos sonrisas, valen más que mil palabras...