El ambiente artístico es una de las principales "víctimas" de la pandemia de Covid-19. Es que mientras en Argentina se relajan las restricciones para algunas actividades, los espectáculos con actores, cantantes, bailarines, acróbatas, etc., serán de las últimas en regresar dado el alto nivel su cercanía en escena y la necedidad de actuar con público.
En este contexto, Facundo Arana analizó en Intrusos la situación de las ficciones, luego de que se dieran por concluidas las grabaciones de Separadas. A la hora de reflexionar sobre los cachets que cobran las figuras como él, Arana afirmó: “Me acuerdo de los cachets extraordinarios que se pagaban en los 90´, se hablaba de esos sueldos maravillosos que eran impresionantes. Pero hoy en día no, hay lo que hay, se reparte lo que se puede, los productores contratan a quien pueden pagarle y demás”.
Rial: "Yo te tomo el guante, Facundo. Comparado con el sueldo de un trabajador común nuestro sueldo es extraordinario. Hablo de mi sueldo en particular”.
En referencia a su rol en Pequeña Victoria, continuó: “En ese contexto, yo estuve haciendo una tira el año pasado. El privilegio es tener trabajo. Después, cuánto o cómo se cobra… Es sabido que un actor cobra lo que cobra, pero no tengo idea ni hablamos de cachets siderales o extraordinarios. Cuando uno hace teatro se va a porcentaje de la venta de entradas… Es como todo”. Como la pregunta que disparó su testimonio la hizo Daniel Ambrosino, Arana lo incomodó: “¿Tu cachet es extraordinario? Te pregunto a vos como al resto de los Intrusos...”.
Sin vueltas, el panelista replicó: “No, la verdad que no es extraordinario y calculo que el de ustedes tampoco”. Ahí, Jorge Rial intervino: “Yo te tomo el guante, Facundo. Comparado con el sueldo de un trabajador común nuestro sueldo es extraordinario. Hablo de mi sueldo en particular”.
Por eso, Facundo Arana se sinceró: “A lo largo de mi carrera, incluso en los últimos años, cobré como vos, Jorge, cobré como cobra Adrián Pallares, y como cobra el chico que está detrás de la cámara. Tuve momentos en los que cobré buenísimo, otros más o menos bien, momentos en los que cobré poco. También hice cosas ad honorem porque me gusta mi oficio. En mi caso, me fue bien. Las inversiones que fui haciendo me permiten poder surfear con resto la pandemia. Hay gente que no puede salir adelante”.