La bebota volvió a provocar a Marcelo Tinelli con sus mejores armas, su rostro inocente y sus sinuosas curvas . Pero Erika Mitdank tenía que convencer al jurado, no a Tinelli para asegurarse la continuidad en Bailando 2011, que con los magros 19 puntos quedó en duda.
Erika entró con un paragüitas de chocolate en la mano al que luego le agregó un poco de crema de la torta que tenía su pareja en la mano y se lo llevó a la boca. Marcelo apenas logró contenerse y se aseguró de que la bobota tuviese 21 años.
El problema es que Erika Mitdank tiene a las bailarinas en contra y al jurado no la termina de conformarle su forma de bailar. Los cinco jueces fueron muy severos con sus comentarios y les recomendaron a los bailarines que dediquen más tiempo a los ensayos y menos a las presentaciones en boliches.
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