Luciano Pereyra continúa internado en la clínica San Camilo, en el barrio de Caballito. El lunes 5 de agosto, el cantante fue operado del trastorno motor del esófago inferior. Una cirugía programada complementaria a la anterior del año pasado de un divertículo en el esófago, que lo tuvo al borde de la muerte.
El alta médica no fue dada en el tiempo que habían previsto y las versiones sobre su estado de salud comenzaron a confundir a sus fans. El hermetismo del entorno de Luciano no hizo más que aumentar la preocupación y los rumores hablaban de una situación muy grave. La visita que el padre Luis Farinello le realizó a Pereyra la semana pasada preocupó aún más ya que no fueron pocos los que supusieron que le fue a dar la extremaunción.
Esta tarde, el cura estuvo en Intrusos y habló sobre cómo vio a Luciano y por qué fue a la clínica: “Hace 9 días que fui a ver a Luciano a la clínica. Yo lo conozco desde hace años. Me enteré que estaba enfermito y fui a la clínica. Estaba en terapia intermedia y lo vi bien. Respiraba normalmente, no estaba entubado, y su piel era rosadita”.
“Yo fui a la clínica para rezar, no fui a darle la extremaunción. La gente relaciona al cura con la muerte, pero nada que ver”, aseguró Farinello. Y agregó: “No hablamos porque él estaba dormido, pero sé que me escuchó. Yo no lo vi grave, de ninguna manera”.