Más de 242 mil espectadores vieron Angeles y demonios en sus primeros cinco días en cartel (el filme se estrenó un miércoles), casi quintuplicando la cantidad de personas que fueron a ver Wolverine, la segunda en las preferencias del público. Star Trek, en cambio, no resulta aquí el mismo éxito que en los Estados Unidos, donde -se estima- terminará su carrera con muchos más espectadores que los otros dos filmes.
El filme de Ron Howard, suerte de secuela de El Código Da Vinci, se estrenó en 92 salas y logró también un interesante promedio en cada una (si bien en cada sala se vio en varias pantallas).
Angeles... fue el único de los tres estrenos que entró en el Top Ten. Pero a los otros dos no les fue mal. En apenas ocho salas, El silencio de Lorna, de los hermanos Dardenne, logró superar alrededor de 6.400 personas, mientras que la argentina La sangre brota, de Pablo Fendrik, llevó a más de 3.200 en cinco cines.