Si hasta el lunes sólo se escuchaban las conocidas voces de artistas y celebridades en apoyo al director de cine Roman Polanski, ayer comenzaron a levantarse opiniones contrarias en la comunidad internacional. Arrestado en Zurich a la espera de una extradición a Estados Unidos por violación de una menor, Polanski ha recibido la solidaridad de cineastas del calibre de Scorsese, David Lynch, Woody Allen y Almodóvar. En Francia, el ministro de Cultura Frédéric Mitterrand dijo estar "horrorizado con el caso... una vieja historia que ya no tiene sentido".
Ayer, sin embargo, se alzaron varias voces críticas en la propia Francia, incluyendo al diputado ecologista Daniel Cohn-Bendit, histórico líder de Mayo del 68. El político criticó la apresurada toma de decisión del gobierno francés en favor de Polanski. "Este es un problema judicial y el ministro de Cultura, aunque se llame Mitterrand, debería haber dicho: Necesito conocer los detalles del caso ". Dentro del cine, el realizador Luc Besson (Nikita) sostuvo con cautela: "Es un hombre al que amo, pero conozco poco. Nuestras hijas son amigas, pero hay una sola justicia y ésta debe ser igual para todos".
En el diario The Washington Post, el columnista Richard Cohen disparó: "No importa que Polanski sea un gran artista. El punto es que violó a una menor y los detalles del acto en sí son bastante escabrosos. Es un gran director de cine, pero su verdadero talento es hacer tontos a sus amigos". La opinión popular tampoco es favorable al cineasta. En una encuesta online del diario Le Figaro, más del 70 por ciento afirmó que Polanski debería enfrentar a la justicia. Y a la revista Le Point llegaron 400 cartas que apoyaban la detención del director.
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