El lunes se habían conocido las siete parejas sentenciadas en la noche de Bailando por un sueño y ayer fue la hora del multitudinario duelo. Finalmente, la pareja de Marcelo De Bellis dejó afuera del certamen a la resistente Marianela Mirra, que perdió en un duelo cerradísimo (49.2% de los votos).
La primera pareja salvada por decisión unánime del jurado fue la de Kenita Larraín. Más unanimidad hubo con otras tres parejas (la de Anderson; la de María Fernanda Callejón, que hablaba como Cristina después de 90 días de luchar con el campo, y la de Sabrina Rojas). La última pareja salvada por el jurado llegó por decisión dividida y benefició a Carolina Baldini. El público hubo anoche más de 200 mil mensajes de texto terminó salvando a De Bellis.
Si el lunes sirvió para que algunos participantes contaran intimidades de alcoba y de camas poco resistentes, lo de ayer podría definirse como una velada más discreta. Sabrina Rojas estaba enojada, pero no tanto; y Anderson argumentaba que tal vez merecía otro puntaje, pero todo bien con el jurado.
El ritmo de la noche que aplazó los primeros escarceos del pop latino se impuso por el ánimo de revancha de los participantes y las deliberaciones en cadena del jurado. Los sentenciados eran: Sabrina Rojas/Maxi Diorio; María Fernanda Callejón/Rodrigo Escobar, Carolina Baldini/Paulo Pedernera; Kenita Larrain/Martín Whitencamp; Evangelina Anderson/Julián Carvajal; Marianela Mirra/Carlos Cruz; y Marcelo de Bellis/Cristhel Coopman.
Sabrina Rojas abrió con un tema de Shakira en medio de una coitografía que redujo a lo de la Callejón a una puesta onda Patito Feo. El turno de Baldini fue más express, aunque para el conductor resultó "impactante, impresionante" (¿por no decir explícito, triple equis?). La cuarta pareja fue con Kenita arrodillada de frente al soñador. Dame gasolina, arriba y abajo, "qué bárbaro", deliraba el conductor. Evangelina Anderson chocaba sus redondeces traseras contra su soñador y tanto ir, tanto ir que se le rompió la media ahí, del lado derecho.
Marianela Mirra hizo una de circo y fue de las coreos menos insinuantes. Sin pausa fueron llegando hasta la última pareja. A las 23.10, De Bellis y su soñadora hicieron un número que cerró una pasada general sin demasiados matices artísticos. Por momentos, parecía que todos los temas sonaban iguales o que las siete parejas llegaban entrenadas por el mismo coach.
Una cosa quedó muy clara: el reggaeton fue lo más parecido al baile del caño.-