Caso raro el de Samuel Eto o, el implacable delantero del Barcelona. Es uno de los futbolistas de moda en Europa, pero no la pasa bien pese a haber metido 21 goles (dos de ellos ayer ante el Gijón) en 22 partidos. Una cifra impactante la de este camerunés de 27 años que, sin embargo, está triste y con muchas ganas de irse a donde sea. ¿Por qué? Siente que en su club no lo reconocen, que todos los mimos son para el argentino Messi y no olvida que antes de comenzar esta temporada los dirigentes le habían puesto el cartelito de "se vende al mejor postor". El Inter lo quiere ya y el Real Madrid (sí, la contra nada menos) le prometió amor eterno para vengar la indiferencia catalana.
Nadie, pero nadie en serio, apuesta una moneda por la continuidad de Eto o en el Barcelona. Termina su contrato en 2010, aunque todavía no se iniciaron los contactos para una eventual renovación y en el entorno del club se dice que el camerunés no olvida lo vivido en pretemporada, cuando lo ofrecían a los cuatro vientos. Los rumores sobre su futuro se disparan. Por ejemplo, el sitio italiano Sportmediaset asegura que el Inter de Milán está dispuesto a ofrecer 30 millones de euros para llevárselo. Hay más: la Cadena SER aseguró anoche que Eto o se reunió antes de comenzar la temporada con Ramón Calderón, presidente del Real Madrid, "al que casi suplicó que hiciera todo lo posible" por contratarlo para el equipo blanco.
Curiosamente, Eto o no fue tenido en cuenta por el Real Madrid en su juventud. El club blanco lo cedió a otros equipos, pese a haber sido el que lo trajo a España. Del Real Madrid al Mallorca, y del Mallorca al Barcelona.
Mientras Barcelona gana y golea, se apilan los nombres de delanteros _caros, carísimos_ que podrían sumarse al equipo. Que David Villa, que Karim Benzema, que Emmanuel Adebayor. Durante las últimas temporadas se habló largo y tendido de la relación entre Eto o y Ronaldinho, quien durante estos años fue el indiscutible ídolo de la hinchada. Eto o la metía los goles, pero los elogios eran para el brasileño. Josep Guardiola asumió como entrenador del Barcelona y su primer mensaje fue: "No cuento con Ronaldinho, Deco y Eto o". Los dos primeros se fueron, mientras que el africano tuvo que quedarse porque no apareció un comprador. El delantero africano, siempre propenso a la polémica, comenzó la temporada en silencio y su trabajo lo hizo rectificar a Guardiola, quien lo devolvió a la titularidad. Siguió metiendo goles y por el momento nadie puede achacarle nada: ni dentro ni fuera del campo. Ronaldinho ya era historia del Barcelona, pero el ego de Eto o se topó con el impresionante presente de Messi, ídolo absoluto de la hinchada azulgrana, que corea su nombre a cada minutos. No pasa lo mismo con Eto o.