Carla y María son amigas desde hace tiempo. Eternas confidentes, ambas imprescindibles para poner oído y opinión sobre las confesiones y secretos más íntimos de cada una.
Pero desde hace más de seis meses, María se puso de novia y Carla pudo detectar a tiempo que los oídos que la escuchaban ya no eran dos, sino cuatro. Un trío implícito y no consentido se había formado en el cual Pedro -pareja de su amiga- había pasado a ser el destinatario indirecto de sus historias más íntimas. ¡Qué horror!
"Me di cuenta porque una vez estábamos cenando los tres y él hizo un comentario muy íntimo que pocas personas sabían sobre mi. Me sentí terriblemente mal y expuesta ante un extraño. Lo hablé con ella y me pidió perdón, pero después de un tiempo volvió a pasar. Lamentablemente me fui alejando porque le perdí confianza", cuenta Carla.
¿Es positivo contarle todo a tu pareja? ¿Es necesario detallar con precisión hechos de tu pasado o lo que hacías con tu ex?
Algunos no pueden tener secretos, ni siquiera cuando involucran a terceros. Sienten que si algo no se dice, engañan, y tampoco quieren perder detalle de la vida del otro. Las excusas perfectas: la comunicación y la apertura hacia el otro son básicas para que una relación sea sana. Sí, lo es. Pero todo tiene un límite.
¿Qué sucede cuando esto, con efecto boomerang, se vuelve en contra?
Quizás muchos pasaron por la situación de arrepentirse de haber dicho algo, incluso en las primeras salidas, que luego dejarían marcas profundas durante toda la relación.
Las palabras tienen un fuerte valor en quien las recibe quedando incluso, grabadas en el inconciente. Si no cuidamos eso que decimos, quedamos totalmente expuestos ante el otro que, además, puede administrar esa información en nuestra contra, si fuese necesario.
Si bien es importante darnos a conocer ante el otro, cuanto más amamos, más queremos que se sepa TODO. Quiénes somos y cuan grande es ese amor que tenemos para dar.
Pero a veces, si no medimos eso que se dice de más, las consecuencias pueden ser varias: que nuestras parejas piensen que tampoco podemos guardar lo que ellos nos cuentan, perder el erotismo por convertirnos en casi amigos o generar conflictos y situaciones de celos.
Cuando no sólo contamos lo nuestro, también existen grandes posibilidades de perder amistades. Por eso, es importante entender que no tenemos derecho de exponer a un amigo íntimo ante nuestra pareja, personas a quienes ellos no eligieron.
El contarlo todo o callar algo es una elección la cual implica decidir qué información estamos por dar y cuales son las consecuencias de dicho acto. Recordemos que ya lo dice el refrán: "el pez por la boca muere". Cuiden sus palabras, son muy valiosas y principalmente, nuestras.
¿Contás todo en tus relaciones? ¿Te gusta saber todo del otro? ¿Creés que es esto positivo?