Las ricas y famosas captan la atención sexual de cualquiera. Y si hay quien está dispuesto a pagar más de 40.000 dólares tan sólo para cenar con una actriz de moda, es inimaginable lo que estarían muchos dispuesto a desembolsar para irse a la cama con alguna de ellas. Gracias a estas ideas es que la empresa norteamericana Pipedream Products decidió ofrecer un consuelo mucho más económico (29 dólares) para los insatisfechos fans de las mujeres más atractivas del mundo: muñecas inflables, que se llaman como ellas y que se comercializan en cajas decoradas con fotos de chicas muy parecidas, en posturas eróticas.
"Te presentamos a Jessica, el angelito sexy con un lado oscuro y tres tentadores agujeros del amor", es una de las frases que pueden leerse en la caja de Jessica Sin Love Doll, que está decorada con una rubia belleza idéntica a la Jessica Alba de Sin City. Así la famosa actriz pasa a formar parte de las estrellas de la colección Superstars de Pipedream, que también ofrece modelos inspirados en Paris Hilton, Christina Aguilera, Jennifer Lopez, Pamela Anderson, Jessica Simpson o Tori Spelling.
El acertado director de Pipedream, Nick Orlandino, fue quien tuvo la brillante idea de fabricar "damas de viaje" inspiradas en sex symbols actuales. El proceso a seguir es el siguiente: primero se encuentra a una modelo que se parezca a una famosa, se la disfraza, se le sacan fotos y se escribe un texto en el que quede perfectamente quién es la imitada. Además, se copia la imagen y el diseño gráfico de su película o disco más popular, intentando no traspasar el límite de la legalidad. Por ejemplo, en lugar de JLo ponen JHo y en lugar de Lindsay Lohan, Lindsay Fully Loaded.
Con esta fórmula mágica Orlando ya despachó más de 100.000 ejemplares de sus particulares muñecas de famosa. El modelo más vendido es Sara Jessica Porkher, la hermanita plástica de la protagonista de Sex and the City. Por ahora, los fabricantes no han tenido problemas legales con sus sex dolls, pero sí fueron demandados cuando lanzaron un muñeco igualito a la estatuilla del Oscar, pero en grande y con pene. El escándalo fue tan grande que saltó al noticiero de la CNN y los responsables fueron obligados a retirar sus Oscar inflables y a pagar una multa de 30.000 dólares por la metida de pata.
Dado el éxito de sus estrellas de plástico, Pipedream ya prepara nuevas muñecas basadas en Madonna y Britney Spears. Cuando se le preguntó a Orlandino porqué no realizaba versiones sexuales de celebridades masculinas, comentó: "Aunque nos gustaría, es muy complicado encontrar modelos que se parezcan a los actores y cantantes de moda y quieran posar para la caja de un muñeco inflable. En el caso de las mujeres, es más fácil".