La industria del entretenimiento de Estados Unidos atraviesa un profundo dolor tras conocerse la muerte de Criscilla Anderson, reconocida bailarina, figura de reality shows y una de las voces que participaron en Alvin y las ardillas.
La artista tenía 45 años y su fallecimiento fue confirmado a través de un mensaje publicado en su propia cuenta de Instagram, escrito por ella antes de morir. Allí, Anderson dejaba una despedida anticipada para sus seguidores y aseguraba que se había “deslizado a los brazos de Jesús”.
La bailarina transitaba desde hacía años un duro tratamiento contra el cáncer de colon, diagnóstico que compartió públicamente y que la llevó a recibir innumerables muestras de apoyo de amigos, familiares y fanáticos. En su último posteo, además de expresar su fe, agradeció el acompañamiento durante cada etapa de su batalla contra la enfermedad.
LA DESGARRADORA DESPEDIDA DE CRISCILLA ANDERSON
Mi dulce comunidad: si estás leyendo esto, significa que finalmente me he recostado en los brazos de Jesús, en paz y rodeada de amor. Por favor, no te quedes en la sombra de este momento. Luché con todas mis fuerzas y amé con todo mi corazón. No me he ido… estoy en casa.
Para mis hijos, todo mi corazón. Ethan, tú me hiciste madre. Sigo a tu lado, alentándote. Savannah, mi chica extra: fuiste un regalo que Dios sabía que yo necesitaba. Emmarie, mi bailarina amante de Jesús: seguí bailando en cada temporada. Everleigh, mi chispa brillante: perseguí tus sueños con valentía y sin miedo.
Mis bebés… los estoy cuidando. Cuando sientan un momento cálido, familiar o demasiado hermoso para ser una coincidencia, soy yo. Sigo maternándolos. Sigo siendo suya.
A mi círculo de mujeres, mis hermanas: Gracias por sostenerme cuando no podía más, por secar mis lágrimas, acompañarme en mis citas y hacerme reír. Fueron las manos de Dios en mi vida durante años.
A mi familia… gracias por amarme tan incondicionalmente. Por favor, cuídense unos a otros. Mi amor sigue abrazándolos.
Y para @lovesongphotography, la mejor fotógrafa del planeta… gracias por capturar mi vida tan maravillosamente año tras año. No más Photoshop, hermana: ¡Jesús acaba de darle alas a esta chica!
Sean amables entre ustedes. Mantengan a mis hijos cerca. Y recuerden: el cielo no está tan lejos como a veces parece. Los amo a todos. Siempre.— Criscilla.