El líder de Coldplay, Chris Martin, no solo conquistó al público argentino en el escenario junto a Tini Stoessel en Tecnópolis: también se ganó al barrio de Villa Crespo, donde disfrutó de una cena relajada, sin divismos y con sabor local.
El músico británico visitó Chuí, uno de los restaurantes porteños recomendados por la Guía Michelin, y aseguró estar “encantado” con la experiencia: “Comí muy bien”, dijo en perfecto español antes de irse.
CHRIS MARTIN, FAN DE LA COMIDA ARGENTINA
La visita del cantante británico fue toda una sorpresa. Llegó tranquilo, sin custodios ni pedidos especiales, y se sumó a una mesa de doce personas que tenía reserva desde las 20. “No sabíamos que él iba a venir, la sorpresa fue enorme”, contaron desde el restaurante.
A las 21:20, Chris Martin cruzó la puerta de Chuí —ubicado en Loyola 1250— y saludó con una sonrisa.
Eligió una cena vegetariana, fiel a su estilo, que incluyó pizza Margarita, polenta grillada, focaccia al horno de leña, palta quemada con kimchi y leche de tigre, queso llanero y papa Anna con stracciatella y ajo negro. Una combinación perfecta entre lo simple y lo exquisito.
UNA NOCHE DE BUENA COMIDA Y HUMILDAD
Durante la velada, Martin se mostró amable y curioso: preguntó por los ingredientes, se sacó fotos con el equipo y hasta hizo un gesto que todos recordarán.
En un momento, se levantó de la mesa y hizo una reverencia al pizzero frente al horno de leña, agradeciéndole por la comida. “Fue un gesto espontáneo, genuino, como si saludara a un colega después de un show”, contaron entre risas.
La cena duró poco más de una hora, en un ambiente cálido y familiar. Sin cámaras, sin protocolo, solo buena charla y música suave de fondo.
Antes de irse, el staff le obsequió una remera y una gorra del restaurante. Chris se la puso en el acto y, entre aplausos, exclamó: “Me encanta venir a Chuí cuando estoy en Buenos Aires. Realmente me gusta mucho el lugar”.