El caso de Lourdes Fernández, exintegrante de Bandana, continúa sumando capítulos que revelan un contexto de violencia y manipulación emocional. Todo comenzó el mismo día en que su madre, Mabel López, denunció su desaparición. Horas después, la cantante apareció en sus historias de Instagram con un video en el que intentaba desmentir la denuncia, pero su aspecto físico deteriorado y dificultad para expresarse encendieron todas las alarmas.
Según se reveló en Desayuno Americano, aquel video no fue espontáneo: se habría grabado bajo coerción dentro del departamento de Leandro Esteban García Gómez, su pareja, quien hoy permanece detenido.
El periodista Carlos Salerno explicó que, de acuerdo a la investigación policial, el hombre la habría golpeado en el rostro y el cuerpo hasta tirarla al piso, continuando luego con patadas. “Incluso, en conversaciones con allegados, Lourdes expresó que quería irse del lugar pero no lograba hacerlo”, detalló el periodista.
Además, Salerno señaló que en una parte del video la artista decía que “se iba a encargar de saber quiénes estaban detrás de esa mentira”, una frase que —según los investigadores— formaría parte de un guion impuesto por García Gómez.
EL INFORME PSICOLÓGICO Y EL CONTEXTO DE VIOLENCIA
El equipo del Programa Nacional de Asistencia a las Víctimas de Violencia elaboró un informe con base en el testimonio que Lourdes Fernández brindó en la guardia del Hospital Fernández. En él, la cantante reconoció que la relación comenzó durante la pandemia y que había padecido violencia psíquica y psicológica.
Durante esa declaración, Lourdes expresó: “Yo también fui violenta con él, no soy ninguna santa”,una frase que los especialistas interpretaron como una muestra de miedo y negación propia de los vínculos abusivos. Según el informe, la artista se mostró preocupada y reacia a denunciar formalmente a su pareja, pese a describir una persistencia de conductas violentas.