"Me veo obligada a desmentir el supuesto desalojo de nuestro asiento familiar, resaltando el derecho de mi hijo a residir en su hogar".
Es de público conocimiento que la relación entre Diego Maradona y Verónica Ojeda no pasa por su mejor momento. Luego de que afirmara que "nunca había visto trabajar a su ex pareja en los 8 años que estuvieron juntos", el Diez decidió ir un paso más lejos y llevó la disputa a la Justicia. El técnico de fútbol instruyó a su abogado, Matías Morla, para que pise el acelerador y vaya a fondo contra la madre de Dieguito Fernando.
"Diego quiere el total de los bienes que usufructúa Verónica. O sea, los cinco autos, los dos departamentos, la casa de Ezeiza y dinero que tenían depositado en el exterior. Se llega a esta situación porque en agosto del año pasado se había llegado a un acuerdo, que Verónica nunca quiso firmar, por el cual ella se quedaba con cuatro autos y la casa de la Ezeiza, hasta que Diego le compre otra más chica por la misma zona. Por su parte, Maradona recuperaría los dos departamentos, el Mini Cooper y dinero depositado en el exterior. El pacto estaba avanzado y se llegó a hacer el acta, pero ella no lo quiso rubricar", explicó el letrado a Ciudad.com, apenas un mes atrás.
"Es de mi mayor interés, como también el de su padre, proteger la integridad de nuestro hijo. Ambos pretendemos dejar en claro que su hogar prevalecerán por sobre todo interés de terceros".
Pero si hay algo que siempre caracterizó la vida de Maradona, son los giros inesperados. Y la historia parece haber cambiado una vez más. En un breve comunicado, Ojeda me aseguró que no existe el supuesto desalojo de la casa que habita en la localidad de Ezeiza junto a su hijo.
El texto completo:
En virtud de desagradables versiones periodísticas surgidas en distintos medios de comunicación, vertidas por personas ajenas a nuestro entorno familiar, me veo obligada a desmentir el supuesto desalojo de nuestro asiento familiar, resaltando el derecho de mi hijo, Diego Fernando Maradona, a residir en su hogar.
Es de mi mayor interés, como también el de su padre, proteger la integridad física y moral de nuestro hijo. Ambos pretendemos dejar en claro que su hogar y ambiente familiar prevalecerán por sobre todo interés de terceros.
Sin otro particular saluda atentamente,
Verónica Ojeda