¿Sabías que el creador de exitosa serie Succession estrenó en Max una película que tiene a la Argentina en varias ocasiones en el centro de la escena? La nueva creación de Jesse Armstrong se llama Mountainhead y es una propuesta relativamente interesante.
De qué trata Mountainhead
Mountainhead cuenta el movido fin de semana de un grupo de empresarios multimillonarios de la tecnología que se reúnen en una mansión prácticamente ubicada en la cumbre de una montaña en un contexto apocalíptico a causa de una avalancha de desinformación.
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Steve Carell es Randall, un billonario con aires de filósofo capaz de dejar a un país sin energía con un par de llamados; Cory Michael Smith es Ven, el dueño de la red social Traam; Jason Schwartzman es Souper, creador de una aplicación de meditación; y Ramy Youssef es Jeff, propietario de una empresa especializada en IA.
¿Por qué se menciona a la Argentina todo el tiempo?
Ojo: a partir de acá puede haber spoilers.
El contexto en el que se reúnen los protagonistas es complejo porque en el comienzo de la película, el dueño de Traam anuncia nuevas implementaciones relacionadas a la IA en su red social que generan una ola imparable de desinformación en el mundo basada en el uso de deep fakes.

Conscientes de su influencia en la sociedad, los empresarios discuten sobre cómo es conveniente proseguir ante el caos provocado por sus creaciones digitales. Ahí suena el nombre de Argentina.
En un momento, Souper lee en su teléfono: “Argentina, al borde del colapso financiero”, y dice: “Argentina es un caos. Argentina… está cayendo. El Banco Central enloqueció”. Inmediatamente, Jeff habla de “hiperinflación global en el sur”.

A Ven se le ocurre una idea: “¿Tomamos el mando de algunas naciones debilitadas?”, y continúa: “En uno o varios estados fallidos de Occidente, por decir alguno, Argentina, Venezuela o Cuba, intelectual y financieramente respaldamos el intercambio a estados en la red de criptomonedas”.
Entonces se inaugura un chiste recurrente hasta el final que gira en torno a la idea de mandar a Souper a presidir la Argentina.

En una secuencia en la que este debe mantener una reunión a distancia con las autoridades argentinas, el personaje de Carell le desea suerte al grito de: “¡Estás al mando, Eva Perón!”.
Al salir, Randall -el personaje de Steve Carell- quiere saber cómo le fue en la reunión y si los argentinos son “buena gente”, a lo que el personaje de Schwartzman contesta: “Son tipos intensos. Realmente los tenemos. La estrategia de la transparencia radical. Todos muy directos, pero sí”.
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En la segunda y última reunión entre los argentinos y Souper el magnate hace énfasis en su aplicación de meditación: “Estamos en medio de un gran cambio en términos de grandes inversiones, y quizás quieran ser parte de ello. Tendrían a la población muy relajada, una población muy dócil”, y para finalizar dice: ”Tengo unas ideas muy interesantes sobre las jubilaciones del sector público”.
La broma con Argentina termina cuando los cuatro personajes deciden que, por cuestiones burocráticas, finalmente no dirigirán ningún país.